martes, 17 de noviembre de 2009

Como todas las mañanas se levanta y siente el frío en su cuerpo,observa su cama vacía y cuenta tres minutos antes de deslizarse entre las sábanas de su cama en busca de café.
Observa los minutos pasar en el reloj y se envuelve en música en búsqueda de recuerdos felices que le puedan arrancar una sonrisa,una limitada sensación de alegría en su cuerpo que ahora sólo contiene y conoce la palabra nostalgia.No puede evitar llorar al escuchar palabras o melodías sentimentales que le arrancan la emoción.
Cuando acaba su café se levanta y busca en vano un atuendo adecuado para su vida diaria mientras piensa "mañana mejor", viste su cuerpo y se mira ante el espejo mientras piensa "qué horror" las horas transcurren lentas y pesadas hasta la noche donde su cuerpo evoluciona de una forma mística.
Ese oscurentantismo y esa profundidad de la noche le cautivan hasta el punto que se siente himnotizado al ver la Luna,la belleza y lejanía de está le hace pensar que quizá todo es alcanzable mientras se sea paciente y constante.
Reenvuelve su cuerpo con las sábanas y reflexiona su vida de forma casi filosófica,planta sus sueños y sus preferencias y finalmente su mente se rinde a Morfeo tras exprimir cada idea de su cabeza,quizá su mente no esté preparada para todo lo que está viviendo en estos momentos y menos para reflexionarlos de esa forma.
A la mañana siguiente se despierta igual,únicamente su diferencia es que cuenta cuatro minutos antes de volver a levantar su cuerpo,el cansancio acumulado le pesa demasiado para contar únicamente tres.

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Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...

¿Te perderías en algún lugar conmigo?

¿Te perderías en algún lugar conmigo?
Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

Más soñadores.