miércoles, 24 de noviembre de 2010

Un café.

Parecía un día normal, un día de Sol dónde los pájaros cantaban alegremente y las personas comenzaban su rutina,pero el chico del chaleco sabía que empezaba un nuevo amanecer en su vida. Dejando los recuerdo atrás abre el frigorífico para buscar leche y preparase un café, abre el armario y no queda... Lástima piensa, debo ir a comprar. Vuelve a su habitación coge su mochila y algo de dinero, ha decidido ir a desayunar fuera.
Espera el autobús mientras escucha una de sus canciones favoritas, Nueva York de Vega cuánto le hace recordar esa canción...
Pasado el trayecto baja en su destino y entra en una cafetería, un cortado con leche fría y un croissant por favor, saca sus cigarrillos y un libro de su mochila, no tiene compañía pero un libro le ayudarará a pasar el rato.
Al poco rato allí tiene su desayuno, un buen café humeante y calentito es justo lo que necesita y ese croissant tiene tan buena pinta que le dan ganas de echarle una foto, lo come lo saborea y bebe su café, le encanta el café y todo lo que simboliza : largas tardes de invierno, confesiones entre amistades, primeras impresiones...
Al acabar recoge sus cosas y se dispone a pagar, 2'50 euros es un buen precio por tan buen rato, no tiene el dinero justo asique da 3 euros y espera su dinero de vuelta, al recoger el dinero coge el ticket, le gusta siempre tener constancia de cuánto ha gastado.
Llega a casa y deja sus cosas, se cepilla los dientes y comienza ha hacer su comida. "Mierda he olvidado sacar dinero" y vuelve a su billetero a ver cuánto dinero tiene, le quedan cinco euros, suficiente.
Sin querer mira el ticket del desayuno y se da cuenta de un detalle... Tiene un número de móvil escrito y un claro mensaje "llámame", no lo puede creer pero sonríe pícaramente, coge su móvil del bolsillo y manda un mensaje.
"No sé quién eres ni por qué me has dejado tu número, pero te advierto que ahora mismo no estoy en el mejor momento para conocer a nadie" y respira hondo, lo envía y vuelve a hacer su comida.
Eso era lo que él creía, que no estaba dispuesto, pero en la vida te pueden pasar tantas cosas... Por eso hay que estar bien atento a las casualidades,porque sin quererlas un día te pueden cambiar la vida, y eso es lo que aún no sabía el chico del chaleco.

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Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

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