No necesito nada raro, nada de película puesto que
hace mucho tiempo asumí que los amores de película no existen. Sólo alguien,
alguien de verdad. Que no se deje llevar por lo que diga el resto porque el
resto no importa cuando estemos juntos. Que consiga hacer que olvide todo
aquello que me atormenta. Una mirada, una sonrisa pícara me enamora más que
cualquier beso. Con sólo eso, que consiga hacerme sentir.
Que no necesite verme cada día para recordar que me
quiere, que lo sienta de verdad y se acuerde de mí. Que relea mis mensajes y
sueñe con estar conmigo lejos de esta realidad. Quizá alguien que me frene, que
frene esta velocidad que lleva mi vida hacia ninguna parte y la consiga llevar
por un buen camino, no de rosas, porque las espinas también me gustan.
Pero sobre todo alguien que sepa abrazarme,
abrazarme en esos momentos dónde la vida te hace dudar, me susurre al oído "yo estoy contigo" y todo vuelva a tomar
color. Que me haga temblar con sólo mirarme. Que me escuche sin saber qué digo
y me haga rabiar porque se que no me
está escuchando y después nos reconciliemos con un beso. Que le hable de mí a
todo su entorno y diga “es mío”, pero sobre todo, alguien que entienda cada uno
de mis silencios y no le haga falta decirme “te quiero” porque cada minuto es
perfecto a su lado.
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