Esta es la vida que yo he elegido. La de levantarme todos los días con agujetas, la de ser un masoca y meterme en una clase delante de una barra dónde cada músculo duele, la de mal comer en una hora, la de la desesperación de no saber nunca si tanto esfuerzo va a merecer la pena, la de morirme de admiración al ver bailar a profesionales, la de saber que mi vida gira entorno a un escenario, la de soñar despierto, la de querer volar cuando salto, la de querer ser un chicle cuando subo las piernas, la de sentirme la persona más especial del mundo cuando empieza la música...
La de saber que por mucho que me cueste, llegaré a ser un bailarín profesional. Esa es mi realidad.
lunes, 29 de noviembre de 2010
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Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...
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