Sinceridad ante todo.

No me gusta escribir. Me parece perfecto como está el mundo y el sistema capitalista, sobre todo el bipartidismo de España. No me gusta comer. Disfruto viendo las millones de injusticias que se cometen en el mundo cada día. Odio la historia, no me interesa en absoluto lo que pasó en la Tierra antes de que yo existiese.

No soy sensible, de hecho odio a las personas que son románticas. Odio las películas de amor y adoro las de terror. Y por qué no decirlo, soy fascista. Me encanta discriminar a la gente y no dar segundas oportunidades. No entiendo por qué las personas son capaces de dejar su vida por sus sueños y son capaces de arriesgar todo por tener el futuro que quieren tener en vez de conformarse.
Odio a las personas que son solidarias con el resto, que escuchan y saben comprender. Mi sistema político favorito son las dictaduras y me encantaría vivir en una. No apoyo la igualdad entre hombres y mujeres, y mucho menos comprendo que por qué hay que tener respeto a las personas mayores. Me encanta la gente que no dice las cosas a la cara por miedo, es más valiente ir siempre a las espaldas y erradicaría de la Tierra el tabaco y el alcohol.
Prohibiría todas las artes del mundo, ¿para qué? Si lo más importante en este mundo es el fútbol y los toros. ¿Leer, escribir, viajar... Para qué? Lo mejor es quedarse en la misma ciudad, aprender un trabajo y trabajar toda la vida de lo mismo. Y dispuestos a decir, mis personas favoritas son las que juegan con los sentimientos de la gente y son incomprensivos con los sentimientos de los demás. La intolerancia es lo más, mi lema de bandera sin duda. Y nunca me he enamorado ni pienso hacerlo nunca porque el amor es un tontería de niños pequeños que sólo existe en los cuentos y sólo los tontos lo añoran. Por eso hoy es un día más, dónde no recuerdo a alguien que fue una de las personas más importantes de mi vida, ni me gusta la canción "Every breath you take".
Y si a todo eso le sumas que no mataría a todas las personas que les gusta mentir, te darás cuenta de lo realmente mío que este texto. Sobre todo hoy, el día que te suelen decir... Inocente.