Me atrae ese misterio y tus ganas del comerte el mundo. Esa sensación de tranquilidad que te rodea. Me gusta espiarte a escondidas, de reojo sin que puedas ver que lo estoy haciendo. Pero sé que tú haces lo mismo, que me observas y cenamos más miradas que comida. Saludarnos con apenas un “hola” sabiendo que nos encantaría hablar durante horas sobre lo que nos ha pasado y como nos sentimos. Leernos sin saber a quién va dirigido y no poder evitar sonreír. Pero quizá, lo que más me gusta de todo esto es saber tu forma de sentir, diferente al resto. Propia, sin tabús y sin nadie que te diga lo que tienes o debes hacer. Quizás por eso creo que nos gustamos, quizá por eso escribo esto. Porque a pesar de todo, tengo esa sensación de cercanía y a la vez lejanía que me hace pensar si tú pensarás lo mismo que siento yo. En el fondo me encanta jugar a engañarme, me gusta el misterio y me gusta jugar a este juego de tira y afloja. Me gustas tú.
jueves, 12 de abril de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario