Cuando me pongan barreras, volaré.

Si toda historia tiene un comienzo propio de admiración,ésta no puede ser menos.
Eran tiempos dónde el lujo y dinero movía el mundo y dónde la agonía de la gente era capaz de vencer a cualquier cosa.Aún el chico del chaleco salía de su casa todas las mañanas para conseguir sus objetivos, la vida no era demasiado feliz, pero él se conformaba. Le gustaba sonreír, no mejor dicho, le encantaba sonreír, ponerse su abrigo y sus botas y salir cantando de su casa, previamente con un poquito de cafeína en el cuerpo, eso le ponía más feliz.
Decían que no era una persona normal, sonreía cuando nadie podía, siempre cuidaba de los demás y nunca dejaba que nadie controlase su vida, era el dueño de su propia vida.Pero poco a poco todo esto comenzó a cambiar, las largas horas de diversión se trsanformaron en grandes libros que estudiar, las noches viendo la televisión en familia se convirtieron en alcohol y nicotina y lugares dónde cualquier música sea buena y otras muchas cosas cambiaron...
Hoy el chico del chaleco tiene 18 años,una mirada perdida y una sonrisa quebrada.Parado frente al mar se dió cuenta que su vida se había convertido en una rutina infeliz, como decía una canción que no era de sus favoritas pero que le gustaba escuchar "salir,beber,el rollo de siempre" pero ya se hartó.
A partir de ese día el chico del chaleco se prometió volver a ser feliz y volver a ser aquel chico que siempre decía "Mejor mañana" y no se dejaba hundir por nadie y sobre todo, a partir de ese día ese chico se dió cuenta de lo que era verdaderamente importante, porque cuando estaba parado frente al mar observó a la gente y vió una mujer con su hijo, una pareja embueltos en besos y cuando más atento estaba sus amigos vinieron y le tiraron un trozo de arena en la cara para jugar con él y ahí se dio cuenta lo que básicamente es la vida : Disfrutar de cada momento como si fuese a ser el último y estar muy atento a lo que puede venir, porque si se es optimista seguro que es algo bueno, y si es algo malo ya estará la gente realmente importante para conseguir con lo más mínimo sacarte la mayor carcajada del mundo.



... I belive in me*