Se siente todo tan frío... Me encantaría volar, volar hacia dónde tu estés, ver tus ojos brillar de nuevo y que nuestros corazones latan a la vez. Pero ya no estás aquí y esa es la realidad.
Estoy sólo, sólo ante un mundo que me observa. Sólo apago la luz de mi habitación y respiro, respiro tan hondo que siento cada músculo de mi cuerpo oxigenarse y acto seguido rompo a llorar, no sabes cómo te echo de menos, cómo me gustaría que sintieses este dolor. Un día prometí que nunca más lloraría por tí, pero estás tan dentro que me es imposible imaginar un despertar más sin tus manos.
Dicen que no hay mal que por bien no venga,pero esque tú eres mi bien. No necesito nada salvo tener tus caricias durante toda la noche, verte despertar y observarte, observar cada milímetro de tu cuerpo mientras sonrío y que me beses, que me beses tantas veces que te tenga que decir que pares aunque me era imposible resistirme a tí.
Fueron tantos los momentos que pasamos, me prometiste que lo ibas a olvidar, pero no estoy tan seguro. Fuera de esta habitación existe un mundo frío, de palabras vacías y falsas miradas. Sólo puedo llorar y recordar ese momento, ese momento en el que me prometiste que nunca dejarías de quererme, que siempre estarías cuidando de mí abrazándome y dándome todo tu cariño.
Enciendo un cigarrillo y ya no me queda nada más, el Sol se apagó y comienza esa noche, esa noche que se nos presentaba pícara para que callésemos rendidos al placer...Y ahora estoy aquí, echándote de menos, con ganas de explotar y sintiéndome tan idiota. Eso es, idiota, por regalarte todo de mí.Pero eso sí prometo que mañana volveré, volveré...
Volveré a intentar olvidarte.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...
¿Te perderías en algún lugar conmigo?
Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...
Amélie

Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario