Y matarme contigo si te mueres.

Mirar esta foto, una foto que aparentemente parece normal y darme cuenta de cuánto significado tiene esa foto en mi vida y cómo cambió todo en esa época. Por eso, cuando me hablan del paso del tiempo me pongo muy nervioso. Me da pánico hacerme mayor, pensar que dentro de un tiempo deberé aprender a desarrollarme yo sólo como persona. Pero luego, miro a mi lado y me doy cuenta de ciertas cosas. Hoy es el cumpleaños de una de las personas más importantes de mi vida y lo digo sin pelos en la lengua. Laura Morales Fernández hoy cumple diecinueve años y creo que no pasa un día sin que yo le esté agradecido a la vida por hacer que algunos imposibles sean posibles.

Canadá, ¿quién nos lo iba a decir mi niña? Tuvimos que recorrer tanto kilómetros como momentos juntos pasamos allí. Tuvimos que pasar tantas cosas como amigos somos ahora... Y a lo largo de todo este tiempo hemos tenido que aprender a sufrir y recuperarnos en tiempo récord. Lo bueno e importante es que siempre hemos estado juntos, siempre. Siempre hemos luchado juntos y hemos tirado hacia delante de la forma más honesta posible.
Y desde aquí hoy te doy las gracias. Gracias por hacerme mejor persona. Pocas, muy pocas personas consiguen hacer a otras mejores y tú tienes ese efecto en mí. Me complementas y me haces crecer y evolucionar y creo que eso es lo más bonito que existe. Sólo te pido que siempre estés conmigo y que nunca te rindas.

Nunca te rindas de intentar cambiar un mundo intoxicado, yo lo intentaré cambiar contigo y no te rindas de buscar siempre las cosas buenas de la vida, yo te prometo que te ayudaré a buscarlas y las encontraremos, las encontraremos y aprenderemos de todo y te prometo que dentro de un tiempo, seguramente poco, conseguiremos todo lo que llevamos buscando una vida entera y sonreiremos juntos mientras tomamos un café y nos abrazamos. Nunca sueltes mi mano Laura, porque no te quiero perder por nada, por nada del mundo. Y por muchas tormentas que venga, muchos desamores, muchas desgracias dará igual, porque estaremos juntos para tirarnos vino encima en la Zurra o pasear por el Gasset, para beber doce mil mojitos en la Feria o paseando por las calles de Madrid sin rumbo mientras reímos y nos damos cuenta de que no podemos vivir el uno si no el otro.

Confía en mí, siempre haré cualquier cosa para verte sonreír. Sólo piensa en mí y la telepatía hará el resto. Y después de decirte todo esto me doy cuenta de que sólo tenemos diecinueve años hermanita y de cuántas cosas nos quedan por vivir, porque te prometo que sean buenas o malas, las viviremos juntos. Felicidades otra vez mi vida y recuerda, sólo cierra los ojos y allí estaré.