No te pido un gran final, ni tampoco un gran principio. Tampoco que me lleves de la mano por la calle mientras todo el mundo nos observa y nos tiene envidia. Muchos menos te pido que me presentes a tus padres y busquen en mí millones de defectos que me hagan ser insuficiente para poder estar contigo. No busco que me lleves al cine en las noches de Domingo aburridas, ni que me lleves a casa a la vuelta y podamos contar nuestro tiempo en latidos mientras reímos sin parar. Tampoco pido un coche de revista ni de película de los años 80. No quiero tenerte que me busques en otras bocas cuando no estemos juntos, ni que tengamos que pasar el día juntos.
Sólo que, de vez en cuando aunque sea a escondidas, me eches un poco de menos. Me recuerdes. Recuerdes que hay una persona en el mundo que recuerda cada instante, cada momento feliz. Porque sé que es difícil y doloroso vivir a base de recuerdos. Pero esta noche me encantaría poder decirte que te quiero, y que cuando tú no estás aquí la vida es un poco más difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario