Vivo en un mundo dónde la singularidad
está completamente atacada. Dónde los Gobiernos luchan por sus propios
intereses y dónde la gente de la calle disputa por ser feliz. Cada mañana, los
seres de este dulce y a la vez terrible mundo nos despertamos, amanecemos
intentando coger las riendas de nuestra vida mediante esfuerzos, horas
invertidas en nuestras obligaciones y dejando un límite muy estrecho para
disfrutar. Nunca fui ambicioso.
Soy absolutamente creyente del gran consejo "no
es más rico quién más tiene, si no quién menos necesita".
Yo, sólo necesito ser feliz. Ser feliz viendo mi vida girar en
sentido circular, sonriendo cada mañana y viviendo en espacios de tiempos
prolongados en momentos que recordaré para siempre. Vivo respetando, actuando
según mis principios y sin dudar. Hace tiempo que me he perdonado esos errores,
hace tiempo que decidí comenzar a andar por mi propio pie, buscando nuevos
caminos, abriendo las fronteras de mi mente y de mi propio corazón. Sin dudar,
me decidí a vivir sin dudar con la mejor de mis sonrisas, disfrutando de los
momentos que cualquier ser humano me puede ofrecer, los positivos para
disfrutar y los negativos para aprender, porque de lo malo siempre se aprende más de lo bueno.
Soy un completo
humano, sí, absolutamente un
ser humano, porque siempre caigo
dos veces encima de la misma piedra, aunque se encuentre en el punto exacto
dónde tropecé por primera vez, en mi instinto. Me cuesta aprender de mis
errores, sobre todo cuando hablamos de temas personales y por desgracia siempre
vuelvo a confiar a pesar del daño que algunas personas hayan podido hacerme a
lo largo de mi camino.
¿Mi truco? Seguir. Siempre debemos seguir
por muy largo y oscuro que sea el camino, siempre hay una luz que nos alumbra,
que nos lleva al infinito. Tenemos mil razones para sonreír y es nuestra misión
encontrarlas y darles sentido a nuestra vida, porque siempre tenemos una razón
para seguir amaneciendo cada día, para seguir luchando en este vivir y, sobre
todo, siempre tenemos una razón para confiar en un mundo mejor, para confiar en
el amor propio, bueno y puro de las personas. Porque el amor mueve el mundo, el
amor mueve mi mundo, y hoy por hoy no pienso parar de caminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario