Por fín lo he aceptado y estoy feliz. He aceptado que ya no estás conmigo, que ya no formas parte de mí. Ahora estoy recordando los buenos momentos, el resto del mundo se encargará de recordarme lo mal que lo pasé cuando esto se acabó. Creo que es lo justo, creo que es justo después de todo lo que nos quisimos recordar la parte bonita, como en las películas, la gente se queda con las cosas buensa porque son las que duran, las cosas bonitas nos alegran los días, las cosas feas sólo nos ponen tristes y nos hacen odiar y sabes que yo a tí no te puedo odiar, ni puedo ni quiero.
Siempre he sido fiel a un pensamiento, que el pasado forma parte de una persona para siempre y tú fuiste una de las personas más importantes de ese pasado. Creo que nunca olvidaré esas cenas sorpresa, esos paseos en moto dónde nos encantaba sentirnos libres, cómo me encantaba sentirme feliz a tu lado y cómo me gustaba sentir el aire en mi cara mientras te abrazaba, mientras te sentía cerca de mí, esas fotografías que me demuestran que el amor sigue existiendo en el mundo, pero que es cosas para privilegiados y cada momento a tu lado. Nos tocó perder en el juego del amor, a mí más que a tí porque tú fuiste quién decidió que dejasemos de ser una sóla persona, pero ya no tengo dolor dentro, porque ahora puedo reír recordando nuestros momentos.
Estoy siguiendo tu último consejo, ser feliz a pesar que tú no estés y desde aquí ahora te doy las gracias en cierto sentido. Gracias por cruzarte en mi camino y por haberme enseñado a querer, gracias por enseñarme lo que es sentirse querido y gracias por recordarme lo que son los cuentos de hadas, sé que tarde o temprano nuestros caminos se cruzarán de nuevo aunque sea sólo durante cinco minutos, pero quiero seguir formando parte de tu vida, no de la misma forma obviamente (porque sería engañarnos) pero ahora, con todo este dolor enterrado y con una sonrisa en la cara te deseo lo mejor y deseo que encuentres a alguien que comparta todo contigo, y aunque confieso que me pondré un poco celoso, ambos sabemos que es mejor lo para los dos.Pero ya se sabe que el primer amor no se olvida nunca.
Nunca era suficiente tiempo, nunca era suficiente.¿Recuerdas? Ahora tenemos todo el tiempo del mundo, tenemos todo el tiempo del mundo para conocer lugares, para conocer personas, para que miles de momentos invadan nuestras mentes, para cambiar sin dejar de ser quienes éramos, para dar mil vueltas y acabar en el mismo sitio,para volver a enamorarnos, para volver a ser felices. Yo sé y tú sabes que nunca nos podremos olvidar, asique lo importante es saber que ese amor que tuvimos sirvió para algo, sirvió para recordarnos que el amor sigue en el aire y que cuando menos te lo esperas,el día menos pensado y por la cosa menos pensada te puedes enamorar.
Asique ahora, desde mi vuelta a la tranquilidad y desde mi vuelta a la calma, este es el último texto que te escribo, porque ya no hay más que decir, todo está dicho y escrito. Se acabaron las historia tristes y se acabó el llorar, se separaron nuestros caminos y no fue culpa de nadie, asique sólo te voy a pedir dos cosa más, creo que me lo merezco después de tanto tiempo.Quiero que tú también seas feliz y que algún día volvamos a encontrarnos y nos podamos contar lo bien que va todo mientras nos reímos recordando nuestra historia, nuestra pequeña pero gran historia de amor y sobre todo, que recuerdes que siempre estemos dónde estemos, pasen los años que pasen y salga el Sol por dónde salga, siempre seremos 23. Hasta siempre cariño mío, hasta siempre.
jueves, 17 de marzo de 2011
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Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...
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