domingo, 29 de mayo de 2011

Más que una compañera.


Hay algunas veces que sin quererlo, tengo que odiar a la vida por no darme más que disgustos, otras en cambio tengo que agradecerle las cosas buenas que me da. Quién nos lo iba a decir Patri, quién iba a decir que dos personas cada uno de una punta de España, con tantas diferencias iban a juntarse en una prueba de acceso para la universidad. Ya te lo dije, sólo te recuerdo a tí porque tú fuiste la que estaba detrás de mí en la barra y cuando hacíamos el ejercicio a la izquierda era yo el que te tenía detras. Creo que el destino nos puso así uno detrás del otro en una ocasión para ir orientándonos, porque desde que el curso empezó hemos sido un apoyo fundamental el uno del otro.
Hay veces que siento que te conozco de toda la vida, es una sensación rara... Sabes perfectamente cómo soy y yo te tengo que dar las gracias. Gracias por dejarme compartirlo todo contigo y saber que siempre te tendré para reirnos de las brujas o para llorarte en el hombro si tengo algún problema. Gracias por esos momentos en Gran Vía de compras. Gracias por dejarme vivir en tu casa y dormir contigo. Por esos momentos de fiesta dónde vuelas por las nubes. Por esas fotos que tanto me gustan y que están pegadas en la pared de mi habitación. Gracias por no sacar sero y por tener un granjita que cuidar en clase. Gracias por bailar West Side Story conmigo y por sonreirnos en Graduados. Gracias por compartir apuntes, sonrisas, cariño y horas de ballet. Gracias por Jerez. Pero sobre todo cariño, gracias por ser uno de mis rincones favoritos de Madrid. Un rincón que no sé qué voy a hacer cuando no pueda visitar porque estamos lejos... Te has convertido en uno de los apoyos fundamentales en mi vida y aunque suene muy ñoño, quiero que ésta amistad no dure sólo los tres año más que tenemos que pasar, si no toda la vida.
Por todo ésto y por muchas cosas más que nos van a pasar en estos años, mil gracias mi niña. Sigamos sumando momentos juntos, ¿sí? Te quiero muchísimo.

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Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...

¿Te perderías en algún lugar conmigo?

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Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

Más soñadores.