domingo, 21 de agosto de 2011

De repente, recuerdas.

Te quise, no puedo negarlo. Te quise tanto que creo que nunca podré volver a querer a alguien como te quise a tí. Lo peor no fue cuando nuestro amor se acabó, lo peor fueron las largas noches que pasé mirando tu foto y llorando mientras me repetía en la cabeza qué había hecho mal y por qué no estabas aquí conmigo. Pero lo mejor fue cuando volví a respirar y volví a sentirme vivo, el amor es lo que tiene, es capaz de darte la vida o de quitártela, pero no pasa nada.

Lo importante es que aprendí. Aprendí que cuando quieres a alguien y sobre todo, cuando te enamoras de alguien, tienes que quererte primero a tí mismo, aprendí que cuando dos personas se quieren el resto importa poco y sobre todo aprendí que a veces las grandes historias de amor no están en las películas, si no debajo de las sábanas de una cama y en la música. La vida debería tener música siempre, como en las películas, creo que eso nos ayudaría a entender mejor muchas situaciones e incluso a hacernos sonreír cuando no podemos, pero es imposible. Y yo recuerdo esos momentos con tanta nostalgia que cómo un anciano recuerda su niñez, porque nunca olvidaré esos instantes fugazes y cómo me gustaba verte sonreír. Cómo me gustaba vernos sonreír juntos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...

¿Te perderías en algún lugar conmigo?

¿Te perderías en algún lugar conmigo?
Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

Más soñadores.