Dejo de escribir porque ya no hay historias que las musas quieran recordar. Y escribir sobre el pasado empieza a arrastrar. Una temporada en la calle, historias que contar, momentos nuevos que querré plasmar. Un papel olvidado, un cuaderno en el cajón. Me guardo las historias, el sufrimiento y el dolor. Una nueva época, "La vie en rose", bohemia absoluta y huelga de corazón. El completo equipaje, cigarrillos y rock and roll. Los momentos familiares, los bares del perdón.Salir a la calle, volverme a enamorar, compartir mis historias con quién deba confiar. Beberme las noches y negar las madrugadas, malditas horas en que el Sol nos arrebata. Ni con veinte ni con dienueve, la era bipolar.
Una pena que la vida me haya hecho con esta complejidad, la existencia me cuestiono y no dejo indiferencia, las personas que me esquivan, me critican me molestan. Sólo contra el mundo, prendo un cigarrillo, no me quedan balas, da igual, me suicido. Me siento a cantar melodías de no recordar, mientras tú en Nueva York respiras soledad. Te levantas cada mañana, me buscas y te vuelves a acostar hasta la hora cuando impregnas café e historias en aquel vaso de la tercera fila de atrás. El que nos daba aliento, el que nos hacía soñar. Y me echas de menos a escondidas, no me lo vas a negar, a veces yo también lo hago, creo que es normal.
Ni olvido ni perdono, pero vuelvo a caminar, mis botas desteñidas me dan comodidad para salir ahí y enfrentarme a todo, que es mi momento, que no estoy solo. Bécquer en la mochila, Sabina en los cascos y un mundo nueva en mi retina. ¿Te ha gustado? Porque ya ha acabado. Ya ha acabado este sentimiento de recomponer mi corazón, y esta canción para ti, leéla atentamente, porque es lo más cercano que volveré a estar de ti y de tu mente.
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