sábado, 3 de noviembre de 2012

Eco.


Los rayos del Sol se han acabado. Es el momento de sentir el frío en la piel, coger el abrigo, enfundarse las botas y seguir. Hace frío fuera, sí, en algún momento efímero llueve, pero llueve y ya no me duele. Todo empieza, todo fluye y llega el momento del problema; el problema es cuando el frío también se lleva por dentro y sientes dentro ese frío y esa lluvia. Llevo días, semanas, e incluso meses recopilando todos los sentimientos que he vivido en este último periodo y todas las letras y textos que esos sentimientos han hecho posibles.

La vuelta a la gran ciudad ha tenido ese punto de maravilla y terror que sólo mi vida puede tener. Es duro y difícil ver como los lugares que uno más quiere, dónde puede ser uno mismo, cambian. Se transforman dando paso a lugares tóxicos dónde los recuerdos quedan atrapados entre cuatro paredes. Cuatro paredes que atrapan al sentimiento del frío, que lo atraen hacia nosotros. Y hoy, en la oscuridad, enciendo un cigarrillo mientras miro por la ventana y observo este día gris, recordando el calor del Sol y echando de menos los momentos que he pasado y que no se volverán a repetir hasta dentro de mucho tiempo.

 El frío me hiela, me consume y se aleja tan rápido como el humo del cigarro que se escapa entre mis dedos sin que yo pueda hacer nada. El frío de Madrid, el amor por la vida y el deseo de esperar algo que nunca parecer llegar siguen latentes, lo espero, aquí sentadito mientras el mundo arde por fuera en deseos de cambiar y el frío de nuestro interior nos congela los huesos. El Verano se ha ido, los faros de guía han vuelto y quizás sea el momento de empezar a sacar todos esos sentimientos de nuevo. Quizás sea el momento de empezar a escribir mi vida en sentido circular, más circular que nunca...


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Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...

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Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

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