domingo, 20 de mayo de 2018

Verde y gris.

He mirado al mundo desde esta ventana y ha sido aterrador encontrar un muro. Ha sido aterrador y a la misma vez, tan maravilloso, que he llegado a temblar. La rapidez de los días, el paso del tiempo de una manera casi imprevisible siempre me lleva a pensar en mi incapacidad de conciliar por qué esta sensación de no saber siquiera donde me encuentro. Sé que estoy aquí, en un mundo tan grande y tan bonito que es casi imposible imaginar que todavía no quedan amaneceres que puedan provocarme una emoción como aquellas que vivía no muy atrás.

Sigo descapacio el dibujo que crea el humo de este cigarro efímero e imagino las constelaciones más lejanas de este universo mientras escucho esta canción. Esta canción que me recuerda a ti, a aquello que me hace creer que todavía quedan personas donde poder encontrar un refugio lejos de tanto ruido. Lejos de toda esa gente que corre sin sentido, que llora sin necesidad, que no se mira por encima de una pantalla de teléfono todo un maravilloso mundo lleno de cuerpos de danzan a una velocidad tan lenta y tan rápida a la vez, que convierte el juego de vivir en una verdadera aventura que sólo a veces, los más aventureros, cuestionamos mientras escuchamos nuestro corazón en silencio.

Que abismo más grande es el silencio... Qué extraña es esa sensación de no saber nunca si hago lo correcto, si estoy en lo cierto o todavía no he aprendido a curarme el frío del invierno de aquelas noches donde la vida era rápida, las emociones intensas y sin embargo, todo estaba apagado porque no encontraba el sentido. Y cuando llega la noche y recuerdo todos esos momentos, parecen sólo el recuerdo de una antigua película, los recuerdo tan lejos que a veces es imposible volver a tocarlos y sentirlos; me encanta abrazar los recuerdos y sentirlos, cada recuerdo ya sea malo o bueno siempre creó mi historia. La historia de un chico que sigue buscando el rumbo y el sentido de un corazón que late tan fuerte que nadie puede callarlo, siempre dije que volaré y así lo hago, cuando vuelo libre con mi cabeza e imagino todo lo que todavía está por venir.

No sé, a veces es suficiente tan poco para llegar tan lejos... Es tan fácil para mí encontrarme entre tanta gente y tan lejos de todos aquellos, que creo que a veces me escapo de todos aquellos que no están preparados para volar y siempre supe que no frenaría mi viaje, por muy duro que fuese, sé que todavía quedan muchos destinos ocultos por encontrar. Sí, este muro es el recuerdo de aquel sentimiento, nunca encontraré un muro lo suficientemente alto que me haga parar y dejar de querer volar, alto y con el corazón en la mano y siempre, a tu lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...

¿Te perderías en algún lugar conmigo?

¿Te perderías en algún lugar conmigo?
Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

Más soñadores.