Desde que desperté esta mañana sentí una sensación en el estomago que me impedía respirar con normalidad. Qué raro, no ha pasado nada que me haga perder el sueño y mucho menos algo que me impida poder estar completamente bien.
Pasan los minutos del día y de repente, como en cualquier momento de mi vida loca, veo que hoy es día 7. 7 de Julio y empieza mi cruz, sin poder evitarlo, empiezo a mirar cuantos años han pasado desde aquel día todo cambió y para siempre sorpresa, veo que han pasado diez años. No creo que existan números más importantes que otros, pero sólo pensar que han pasado diez años desde que no estás aquí y desde aquel día donde mi vida cambio 365 grados, me hace sentir un escalofrío tan viral en mi cuerpo que estremece cada milímetro del mismo.
Me hubiese gustado tanto que hubieses compartido físicamente todo esto conmigo abuelo... Me hubiese gustado verte reír y contagiarme una sonrisa al rededor de las tres mesas y saber si conseguí hacerte sentir orgulloso como te prometí. Me hubiese encantado verte y escuchar tu voz y poder contarte en persona que cada lugar que visito de los que contabas me recuerda a ti, me hace pensar en ti y me hace sentir mas fiel a quien soy. Tengo un mar en el pecho de dudas ahora que hace quemar la sensación de no entender la velocidad del tiempo y cuánto te echo de menos. Es tan triste poder recordar diez años de una vida por haber perdido una de las más importantes... Pero qué le vamos a hacer, así la vida es.
Ojalá esté feliz, muy feliz. Ojalá no te hayas perdido ni un segundo de estos diez años y ojalá puedas seguir guiándome por todo este camino que a veces tan largo se ha hecho. Todo ocurre por una razón y nunca sabré si fue el destino que me deparó crecer y abrir los ojos por algo tan devastador, nunca olvidare aquel naufragio y siempre me quedarán las ganas de poder decirte tantas cosas... Pero sin ser egoísta, solo puedo esperar que la distancia no te haya alejado de mi ni de quienes siempre te quisimos y que siempre te quedes aquí.
Espero que seas feliz, tan feliz como tan triste me encuentro yo ahora mismo me encuentro escribiendo este pequeño texto que no es más que un grito de desesperación para decir, no sé si al mundo o a mi mismo cuánto te echo de menos y cuánto me gustaría que estuvieses aquí, mi Gavilán.
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