miércoles, 25 de abril de 2012

Esquinas de Madrid.



Encontrarnos en frente, con un café encima de la mesa y mil historias que contarnos. Mirarnos a los ojos y disfrutar haciéndolo, porque en el fondo sabemos lo que sentimos. Perdernos en conversaciones personales que nos lleven al infinito sin saber dónde vamos mientras nos morimos de ganas. Pedir perdón por los errores, intentar volver a acertar, sentir esa conexión perfecta e idonea que hace que el mundo se pare hasta ese momento de sentirte lejos, a millones de kilómetros.

La gente pasando, las calles inundadas y yo estoy aquí, perdido de nuevo. Sin saber por qué siento esto, por qué la vida me sorprende para luego engañarme como siempre. Odio esta sensación de querer y no poder. No sé si será mentira, si tienes miedo o simplemente es que para ti sólo signifiqué un tercio de lo que tú significaste para mí. En el fondo siempre quise sentir algo por alguien que no huyese de mí tras dos cafés. Pero no va a ser fácil olvidar ese momento, no será fácil afrontar ese sentimiento, pues no fue una noche más. Y si algo he vuelto a aprender de todo esto es que, en el fondo, sé que el amor sigue existiendo y que está ahí esperándome, no sé dónde ni cuándo y tampoco sé a cuántos metros de altura.

Lo que sí sé es que ahora, mientras escribo esto suena en mi cabeza esa voz que enfrenta a la razón con el corazón y que me hace seguir creyendo que volveremos a encontrarnos y volveremos a sentirnos por encima del resto, a kilómetros de altura sin nada que pensar y que volveré a sentir lo que sentí aquella noche. Llueve, empieza a llover, el tiempo está gris y quiere llover como yo, pero me prometí que no volvería a hacerlo. Y emprendo de nuevo el viaje hacia las cuatro paredes que serán testigo de mis pensamientos perdiéndome entre la gente, convirtiéndome uno más entre entre la gente y el ambiente lluvioso mientras saboreo el sabor a café de despedida en mis labios y prendo un cigarrillo parar intentar que todo este dolor se vaya tan lejos como tú te has ido. Siempre le toca perder al mismo y no lo entiendo. Nos sobraron los motivos de nuevo, nos sobró la razón y el corazón volvió a sufrir hasta el punto de apagarse, otra vez le tocó sufrir al corazón, otra vez me he vuelto a perder, otra vez siento esta necesidad de encontrarme....

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...

¿Te perderías en algún lugar conmigo?

¿Te perderías en algún lugar conmigo?
Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

Más soñadores.