sábado, 12 de marzo de 2011
Mi mamá.
Como no podía ser en otro día, para la mujer más importante de mi vida. Hoy es el cumpleaños de mi mamá. No sé muy bien que decir de ella, ya que ella es todo para mí. Ella es la mujer que ha conseguido hacerme lo que hoy soy. Ella es la mujer que ha luchado siempre por sacarme una sonrisa hasta en los peores momentos y ella es la mujer a la que más admiro en este mundo. Admiro todo de ella, admiro esa capacidad que tiene de sacar fuerzas de dónde no las hay, admiro esa capacidad de querer a alguien por encima de todo, admiro esa sonrisa, admiro su fuerza, admiro cada palabra y cada consejo que ella me dice.
Ahora que estamos lejos nadie se puede imaginar cuánto me falta un beso de buenas noches, cuánto me falta ver todos los días su cara y tumbarme con ella a ver la televisión por la noche, cómo me falta su "Ramoncete, come", cómo me faltan sus palabras, sus mimos, sus besos... Nunca olvidaré cuando estaba haciendo las maletas para irme a Madrid y entró ella en mi cuarto con los ojos lagrimosos y me dijo "hijo mío sé que vas a ser muy feliz". Acto seguido rompió a llorar, ella sabía que yo iba a ser feliz y yo sabía que ella iba a estar triste porque un hijo más se siba de casa, pero lo que ella no sabe es lo triste que me pongo cuando necesito darle un abrazo o contarle mis cosas y no puedo y la de lágrimas que he derramado desde que estoy aquí.
Como cada año mamá, te doy las felicidades y como cada año te doy las gracias por ser un ejemplo a seguir para mí, no sé que sería de mi vida si tú algún día me faltases. Gracias por enseñarme a luchar y gracias por demostrarme que eres la mejor madre del mundo día a día. Te quiero como a nadie mamá, feliz cumpleaños otra vez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario