miércoles, 9 de marzo de 2011

Problemas.

El problema es cuánto duele. El problema es cuando te levantas todos los días y parece que tu vida no tiene sentido si no estás. El problema es cuando miro las caras de la gente y siento que no le importa un pimiento lo que me está pasando. El problema es cuando me parece que mi mundo se hace pequeño. El problema es cuando siento esta angustia en el pecho que no me deja respirar, esta maldita angustia que me duele tanto que parece que algún día me matará. El problema es que no estás aquí. El problema es que aún pienso en ti cada día. El problema es que te necesito tanto como el primer día que te conocí. El problema es que me gustaría besarte mínimo una vez más. El problema es que me dejaste. El problema es que ya no estás en mi vida. El problema es que sé que por mucho que siga pasando entre nosotros no volveremos a estar juntos y otro problema es que no puedo aceptarlo. El problema es que he llorado tanto por ti que ya no me quedan lágrimas. El problema es que sigo recordando cada momento. El problema es que no puedo escuchar canciones que me recuerde a ti. El problema es que me gustaría que volvieses.El problema no eres tú.
El problema soy yo. El problema soy yo por no poder aceptarlo. El problema soy yo, por escribirte esto, el problema es que te quise tanto que no sé dónde guardar todo este amor y el mayor problema es que no se si tendré ganas de volver a querer a alguien tanto te quise a ti.

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Amélie

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Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

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