jueves, 7 de julio de 2011

Ey, ¡gavilán!

A veces piensa que en mi vida no pasa el tiempo, creo que estoy viviendo en un feliz cuento constante, pero todo cuento tiene cosas malas y sucesos que hacen llorar. Hace un año exactamente una de las personas más importantes en el mundo nos dejó. Nos dejó y se fue, pero se fue cómo él siempre había sido y por lo que yo lo admiraba tantísimo : como un valiente y un luchador. Recuerdo cómo lloré cuando me enteré de que mi abuelito se había ido, digo ido porque sé que está en otro sitio, lo siento y sé que está junto a mí pero no sé dónde está.
Sólo le pido a la vida que estés sonriendo, que estés sonriendo viendo a tu familia y que no nos dejes nunca. Yo, por mi parte, sigo luchando por la promesa que te dije : la de hacerte sentir orgulloso y espero estar consiguiéndolo. Sólo quiero que sepas, que pase el tiempo que pase tú siempre serás mi abuelito, el mismo al que quise, al que quiero y al querré siempre.

Y no voy a mentir. A veces cuando nadie me ve me encierro en mi habitación viendo tu foto y lloro porque no entiendo por qué no estás aquí muchas veces y porque me muero de ganas de darte un beso y un abrazo y que me hagas reír con tus batallitas... Pero es egoísta por mi parte llorar, porque más triste estarás tú si todos nos ponemos tristes y yo no quiero hacerte daño, porque la vida es así de injusta y nadie decidimos que esto iba a pasar, lo aceptamos como pudimos, pero yo por mi parte sigo sin aceptarlo completamente. Se me hace difícil no verte sentado en ese banco, a veces cuando pase incluso se me cae una lágrima y pienso el por qué todo esto ocurrió y no se dónde estarás, pero sólo espero que estés feliz, estés sonriendo y desde aquí, desde la Tierra te mando el mayor beso del mundo y te digo que cada día te echo de menos y que voy a seguir luchando por todo lo que te prometí cuando estabas aquí y que no me queda duda de que, algún día volveremos a estar juntos y ese día nadie nos podrá separar. Sigue cuidándote mucho y sigue cuidando de mí, tu gavilán te quiere con locura y te echa de menos. Hasta pronto abuelito, hasta pronto.

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Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

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