Lo más vital.

¿Quién coño desea equilibrio?

La necesidad de buscar y desear equilibrio es algo innato en las personas que sólo nos crea inseguridades y miedos. El desequilibrio es aquello que hace que cuándo te gusta una persona creyendo que estás delirando te declares con las mejillas apunto de los sentimientos y de lo rápido que te palpita el corazón. El desequilibrio es eso que hace que cuando vas andando por la calle y te caes, aunque en el momento llores y te duela la caída hace que luego te rías por la vergüenza que has pasado porque todo el mundo te ha mirado y quizá se han reido. Y el desequilibrio es eso que hace que una persona esté sentado bajo un árbol y al ver una manzana caer llegue a elaborar una teoría sobre la gravedad.
Y por ello me gusta tanto el concepto desequilibrio, porque el desequilibrio es aquello que te permite ser libre y expresarte de verdad, olvidarte de los miedos y de un mañana y pensar en el hoy. Todos necesitamos mirarnos al espejo de vez en cuando para reflexionar sobre la importancia del desequilibrio, porque ésto no quiere decir que tengas que ser un desastre ni que no puedas llevar una vida con obligaciones, todo lo contrario. El desequilibrio hace que sonrías cada vez más antes esas situaciones y te las tomes con más humor. Es cómo el sentido circular, las cosas buenas tarde o temprano acaban por superar a las cosas malas y a partír de ahí empiezas a sonreír y como la parque desequilibrada de nosotros no dura toda la vida debemos guardarnos un poquito de ella para tomarnos la vida con más humor, al fín y al cabo la vida ya es lo bastante corta y dura para encima coger más preocupaciones.
Por ello pido a todo el mundo que busque su parte desequilibriada y que la siga de vez en cuando, porque nunca sabes las locuras que una vida te puede preparar si de vez en cuando dejas fluír toda tu energía hacia la felicidad, hacia la felicidad sin obligaciones y sobre todo sin tabús. Y por ello pienso que cuando encuentro esa parte mía de desequilibrio me doy cuenta de todo lo bueno que tengo, de todas las sonrisas que me quedan por hacer y sobre todo, que yo soy más de lo que en realidad yo pienso que soy y por ello, algún día seré lo que quiero y lo que puedo ser.