Y aprender ese preciso y precioso momento dónde comienzas a sentir ese cosquilleo y de repente, cuando menos lo esperas, una carcajada sale de lo más interior de tí y el mundo se paraliza porque la gravedad no importa. Eres feliz y si eres feliz, ya nada más importa.
viernes, 9 de septiembre de 2011
Oui.
Ajustar las sonrisas a cada situación. El olor de las personas y sus caras al responder. No tener miedo a arriesgarme y a decir lo que pienso. Fumar hasta dejar aborrecer, aborrecer hasta dejar de necesitar. Reír hasta que parezca que las mejillas van a explotar. Llorar menos, reír el doble. Querer más, necesitar menos. Olvidar el dolor, dar bienvenida a la satisfacción.
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