Quizá cuándo leas esto ya será tarde para haberte dado cuenta de cuántas cosas estuve dispuesto a hacer por ti. Ahora ya es tarde y el frío invierno está cerrando heridas. Quizá ni llegues a leer este texto o quizá incluso pienses que no está escrito para ti. Sea como sea, lo único que siento ahora mismo es autocompasión conmigo mismo. Te di tantas oportunidades para que tú me dieses una señal como minutos me has robado el sueño por las noches… Y creo que ya no me quedan ganas. Y siendo justos, no te puedo pedir nada, salvo que seas feliz. Cuida de tu felicidad y de tu sonrisa, el tiempo se encargará de intentar borrarla. Y entre tantos textos y palabras que he leído, tantas notas musicales y canciones que he escuchado para intentar entender todo lo que sentía por ti no he llegado a ninguna conclusión clara de lo que tú quizá en algún momento pudiste llegar a sentir por mí. Lo único que espero es que me recuerdes, recuerdes que un día conseguiste hacer sonreír a una persona que pensaba que ya había olvidado lo que era esa palabra. Y hoy empieza un nuevo día, hoy por fin he podido dormir agusto y hoy por fín ha vuelto a salir el Sol. Quizá mañana vuelva a recordar lo que un día olvidé veintitrés veces.
viernes, 18 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...
aiish es precioso... justo hace unos días yo escribí una despedida hacía la persona que hasta el momento mas he querido y sigo queriendo pero la distancia estaba ahí y si solo se da y el otro no recibe al final parece que nada de todo eso vale la pena. y que yo no podía estar así sin verle en todo el año porque cuando mas me acordaba de el y quería abrazarle el no estaba a mi lado y al final los veranos con el no me compensaban en absoluto.. :(
ResponderEliminar