Son las doce de la noche. Hoy ha llovido,
ha llovido y ha dejado mi corazón de latir. Parado, andaba caminando por la
calle pensando en esas cosas que no dan sentido a la vida cuando de repente
comenzó a llover. Comenzó a llover y me dí cuenta de cuánto me recuerda la
lluvia a ti y cuánto me
gustaría estar contigo.
Sigo pensando que
todo es una locura, que tú no compartes lo que comparto yo y quizá por eso no
me atreva a decir cuánto me gustaría que estuvieras aquí, dándome un beso bajo
la lluvia sintiendo como nuestros cuerpo se hacen uno sólo. Saco el móvil, escribo,
borro, intento volver a escribir... Nada funciona. Ya no sé qué hacer para que
te des cuenta que ni estando lejos de ti puedo sacarte de mi mente, te digo
frases sin sentido con todo el sentido para nosotros, intento que pienses en mí
un poco y me lo demuestres, intento llamar tu atención y tú, tú no te das ni
cuenta...
Me obsesiono
con recuerdos de cosas que no han pasado pero que me encantarían que pasasen y me dan ganas de llorar.
Siempre me pasa igual, siempre caigo rendido ante ojos que nunca podrán ser
míos... Y camino entre la fría lluvia sintiendo tu ausencia, pero me siento
libre, desde aquí no puedo hacer otra cosa que no sea echarte de menos y pensar
que, quizás todas esas letras se dirigen a mí. Quizás esta lluvia es sólo una muestra más de cuánto me gustaría estar contigo sentados junto al mar viendo el mundo girar mientras nosotros estamos parados, quietos, sintiéndonos más unidos que nunca. Camino despacio, suave y me dejo
llevar... Pasan las horas, vuelvo a olvidar, me asomo a la fría noche y te
recuerdo. No sé por qué, pero últimamente uno de mis hobbies es
imaginarte, imaginarte aquí siendo puramente tú y yo puramente yo, sin miedo,
sin nada que pueda pararnos, sin nadie
que pueda juzgar si está bien o si está mal...
Y no sé si leerás
esto, no sé si por fín te darás cuenta de que eres TÚ quién causa todas mis
rimas y mis pequeños textos... Eres tú con quién me quiero tumbar en tu cama,
sin nada que hablar y tampoco tener por qué hacerlo. Y si estoy equivocado, me
volveré a perder, y si he acertado dejémonos de indirecta y digamos algo de una
vez.
Siempre nos acordamos de la sinestesia mental que nos ha dejado el recuerdo marcado de una persona.
ResponderEliminarEse pathos sentimental que nos destroza por dentro y no nos deja vivir.
Cuídate.
Me conoces muchísimo mas de lo que te imaginas.
ResponderEliminar