lunes, 1 de abril de 2013

Pulgas en el corazón.


Llega el día, ese maldito día dónde me doy cuenta de lo que nunca debí hacer. Siento esa presión en mi pecho, esa fuerte presión en el pecho una vez más que me impide respirar con normalidad. Sonrío a medias mientras, por dentro, desearía llorar un océano. A veces tengo ganas de llorar ese océano y otras, en cambio, sé que nada y sobre todo nadie debe ser lo suficientemente importante como para causarme este dolor, para causarme esta sensación. Nunca creí que sería tan doloroso soñar. Cuando era pequeño, soñaba con mi vida ideal y me encanta imaginar las personas que estarían conmigo en ese camino. Pero la realidad mató ese sueño. Mató mis ganas de seguir creyendo que existe aquello que siempre movió mi pequeño mundo, porque en este mundo ya no hay hueco para el amor.

Lo que más me duele no es haber tenido otra decepción más, que también, si no el sentir que sigo estando absoluta y completamente sólo. Paseo por las calles y veo cómo mi vida pasa mientras todos mis cercanos lentamente encuentran a esa persona que les hace sonreír. Mientras que yo sigo estancado, triste y perdido. No encuentro ese faro, no encuentro esa luz que me diga que todo irá bien, que el amor sigue existiendo y que me espera cerca. Porque ya he tenido suficiente dolor en estos veinte años, historias dónde nunca nada llegó a ser, historias de días y noches perdidas pensando por qué, por qué nadie es capaz de hacerme sonreír mientras comparte su mundo conmigo.

Estoy agotado, la verdad. Nunca pensé que diría que he dejado de creer en el amor, pero creo que lentamente lo estoy haciendo. No soñaba con cuentos de hadas, ni con historias de amor de película, sólo quería tener a una persona que me preguntase qué tal mi día y que me hiciese sonreír en esta rutina que tanto me ahoga. Pero me equivoqué, y ahora pago las consecuencias de mi error mientras escucho el silencio de esta habitación y el frío de mi cuerpo me consume...

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Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...

¿Te perderías en algún lugar conmigo?

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Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

Más soñadores.