miércoles, 29 de mayo de 2013

El sitio de mi recreo.

Llega un momento en la vida en que todo se sobrepasa. La vida nos hace crecer, nos hace ir dejando atrás esos sueños que soñábamos cuando, tras un cuento, nos dejábamos llevar por Morfeo a nuestro propio mundo, a nuestra propia realidad. Poco a poco y sin querer, la vida nos va haciendo de piedra y aquella parte soñadora e idealista se convierte en un estrés ocasionado por la rutina, de la cual a veces es posible escapar y la cual nos convierte en meras máquinas productoras. Por eso tenemos que estar muy atentos a esos días. Esos días dónde la vida da un giro de 360º y recuerdas quién eres y por qué estás aquí. 

Tras una época teñida de gris llegó ese día, ese gran día dónde dibujé sentimientos con mi cuerpo acompañado de notas musicales. Ese día, un día que nunca aparecerá en los libros de historia ni será un día recordado como un gran acontecimiento, para mí fue un viaje al pasado dónde entendí mi presente, por fin  volví  a recordar. He vuelto a recordar quién soy, por qué estoy aquí y dónde está mi sitio. Porque los lugares no son importantes por lo que son, son importantes por lo que nos hacen sentir. Y aquel día quedará grabado para el resto de mi vida. Porque gracias a aquellas pequeñas cosas, como dice el gran Serrat sí, quizás nos hacen llorar cuando nadie nos ven, pero la fuerza que nos dan para seguir son tan grandes como el agujero en el estómago que sentimos cuándo las recordamos.

Aquel escenario, aquella sensación y, sobre todo, aquellas personas. Nunca lo olvidaré, en un momento sentí como si tres años no hubieran pasado, como si siguiese allí, con diecisiete años a punto de graduarme, a punto de subir con las maravillosas amigas que ese lugar me dio a recoger nuestra adorado diploma. Ver a mi familia orgullosa, esta vez por mi pequeño hermano y aquellos profesores que tanto me enseñaron y tanto me hicieron llorar en su día. Y, sobre todo, volver y sentir ese calor. Sentir que vuelvo como alguien querido, recordado, no hay nada como sentir ese cariño de las personas que han significado una parte tan grande en tu vida, que te han acompañado en el camino durante tantos años. Nunca olvidaré ese día, nunca olvidaré como lloré de emoción cuando, al atardecer escuché las palabras "nos vamos". Sabiendo que nunca me he ido y que nunca nos vamos de ninguna parte mientras nos recuerden, mientras las personas recuerden quiénes somos y sonrían al recordar lo que les hicimos sentir.

Y a ti, viejo amigo, gracias. Gracias por ser un ejemplo de humanidad y de ser una persona admirable para mí en todos los sentidos. Gracias por ser una de las pocas personas que me ha demostrado que, más allá de querer enseñar lo que hay que saber, quieres enseñar lo que en esta vida se debe ser y, como nuestro propia definición animal nos define: ser humano. Ser-humano, no es suficiente con llenar nuestra cabeza de letras y números, lo importante es sentir. Y gracias a ti sentí lo que llevaba mucho tiempo sin sentir y la emoción con la que he vuelto a emprender mi rutina. Gracias de nuevo, espero que pronto leas esto y sonrías sabiendo que siempre te admiraré y siempre podrás contar conmigo para lo que necesites. Gracias por darme muchas de aquellas pequeñas cosas, gracias por hacerme sentir que aquel sitio siempre será el sitio dónde si, algún día no me encuentran, estaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nunca hay suficiente tiempo, nunca es suficiente...

¿Te perderías en algún lugar conmigo?

¿Te perderías en algún lugar conmigo?
Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

Amélie
Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

Más soñadores.