En este momento es cuando me he dado cuenta de lo importante que es echar de menos. Nunca lo sabrás, nunca te lo diré, pero te prometo que nunca me he sentido más unido que a ti que en este momento cuando mirando por la ventana de este autobús vi tu silueta. Una silueta que antes demostraba una entereza increíble y que el paso del tiempo ha hecho que vaya desmejorando, aunque para mí sigas siendo mi héroe sin necesidad de habértelo dicho nunca.
Espero que siempre sigas siendo esa persona que sólo tiene que decirme dos palabras, incluso a veces una, para hacerme ver lo que realmente importa. Porque hoy me he dado cuenta de que el calor del hogar es algo que no se puede comparar con nada del mundo; esa eterna sensación de estar con los tuyos compartiendo simples cosas que tan grande parecen, sonreír y recordar sabiendo y añorando esos momentos que ahora quedan lejos debido a la distancia y al tiempo. Qué raro es el tiempo y qué duro es hacerse mayor.
Aceptar las condiciones que la vida nos pone, que no hay marcha atrás y que aquellos que un día fueron esculturales poco a poco van pasando a ser viejas figuras; lo importante de todo esto tal vez sea aprender que hay algo que no puede cambiar: nuestro interior, y que a veces no hay nada más maravilloso que poder compartir ese interior con aquellos que están dispuestos a competir junto a ti el resto de nuestros días.
"Recuerda siempre, si tiene ritmo, lo bailo. "
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