Fue justo entonces cuando cerrró su libro, abrió la ventana y comenzó a. Mirar la Luna en busca de una explicación irracional a todo lo que estaba sucediendo. Irracional por completo puesto que no era posible explicar aquello de una manera lógica, la razón de los problemas a veces está incluso más cerca de lo que imaginamos. Y efectivamente el mundo volvió a arder.
Fue difícil controlar el fuego que ardía en la piel de aquel ser clavado en el espacio, mirando al cielo sin saber la respuesta de todo aquello que sentía, tras leer por fin algo que le hiciera brotar un resquicio de sentimientos olvidados, del dolor de los momentos que uno olvida siente frío en los ratos de Sol, de aprender a mirar en la oscuridad los pequeños detalles.
Así fue como volvió el incendio, las dudas y las ganas de empezar a arder con más fuerza que nunca. Así empezó el deshielo.
lunes, 17 de agosto de 2015
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