sábado, 14 de noviembre de 2015

En la tarima.

Nunca había mirado al horizonte sin pensar en nada. Es raro, es raro que siempre haya tenido en la cabeza algo en lo que pensar por mucho tiempo que pasase mirando un punto fijo. Mi problema es que creo que en ese momento me dejé ahogar en la oscuridad de la noche, llegué hasta lo más profundo de ella y oscurecí por dentro.Recuerdo esa gran sensación que contrariamente me hacía sentir tan pequeño. Tan pequeño y tan insignificante que todavía puedo sentir lo que me dolió el pecho. El disparo de aquellas palabras, aquella mirada de pasotismo que tan bajo me hizo caer. Porque caí a la velocidad de la luz mientras lloraba, gritaba y deseaba quitarme ese dolor en el pecho en vano, ya que sabía perfectamente que sólo tú serías capaz de calmar esa rabia y tú lo provocaste.
 
Miré al espacio, miré la profundidad de la oscuridad y creo que sigo en ella. Estoy oscura y tristemente convencido de que aquella noche algo cambió; siempre he hablado de cambios y no sé, incluso, si alguna parte de todo mi pequeño microorganismo ha muerto o ha desaparecido. Creo que esa parte de los sueños de película y los amores de los libros que siempre me gustó leer fueron asesinados en medio de mis propios gritos. No puedo decir que haya crecido porque no he creo que lo haya hecho, lo que sí que creo es que cuando notas que nada volverá y que todo ha cambiado, probablemente estás más cerca de una metamorfosis de lo que realmente uno puede llegar a considerar.
 
Y tengo miedo. Tengo miedo porque nunca pensé que podría estar mirando un punto del espacio deseando que ese punto desapareciese junto conmigo; querer irme a otro lugar desplazado de órbita terrestre donde poder descansar mi mente durante unas horas, hasta poder volver a levantarme, poder volver a empezar a necesitar respirar cerca de alguien. Posiblemente puedo decir que sí, que decidí hundirme en aquella oscura y siniestra noche que creo que todavía me persigue. Me persigue la sensación de hundir, no quiero volver a hundirme, no quiero volver a ver esa oscuridad...

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Pues date prisa en decidirlo o búscame,porque quizá si lo decides demasiado tarde ya estaré tan lejos de aquí que la nostalgia ya estará curtiendo mis heridas...

Amélie

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Amélie no tenia un hombre en su vida, lo habían intentado pero el resultado nunca había estado a la altura de sus expectativas. En cambio, cultiva el gusto por los pequeños placeres... Hundir la mano en un saco de legumbres, partir el caramelo quemado de la Crema Catalana con la cucharilla y hacer rebotar las piedras en el canal Saint Marthin.

"je vais faire l'amour avec toi"...

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